Plurinacionalidad y constitución
CATERDRA
SOCIEDAD Y CULTURA
NIVELACIÓN 2014
Plurinacionales
y Constituyente
(Boaventura de Sousa Santos)
Ecuador, en
el momento actual se caracteriza por el hecho de que las fuerzas progresistas
asumieron la bandera planteada por el movimiento indígena en la década de los
90 para la elaboración de una nueva Constitución que reconozca la diversidad de
una manera profunda a través de la plurinacionalidad. Los avances en los
últimos 20 años han permitido pasar de la invisibilidad a la visibilidad, de la
resistencia a la propuesta y ahora de la interculturalidad a la plurinacionalidad.
Es importante tener en cuenta esto para analizar el actual proceso
constituyente. La Constitución es simplemente un papel que ha sido fuente de
frustración durante mucho tiempo. Varios derechos han sido incluidos pero los
pueblos continúan siendo excluidos, empobrecidos, invisibilizados y oprimidos.
Estamos ante un nuevo tipo de constitucionalismo que implica un proyecto
político de país diferente, otra forma de cultura, de convivencia, de territorialidad,
de institucionalidad del Estado. Se trata de un período nuevo, interesante pero
muy difícil ya que existen muchos enemigos internos y externos que están muy
bien organizados. Lamentablemente las fuerzas progresistas no se organizan tan
bien como sus opositores.
El actual
modelo de Estado es homogenizante porque implica una sola nación, cultura,
derecho, ejército y religión. Esta idea de homogeneidad predomina en las
cabezas de las élites, de la cultura y hasta en las fuerzas progresistas que
son o pueden será liadas de este proceso. De allí la importancia de defender
otro tipo de unidad en la diversidad que no sea simplemente aceptada sino celebrada.
La unidad no tiene por qué ser homogénea y tampoco la diversidad tiene que ser
desintegración. Estos son los retos que debe enfrentar la nueva Constitución
para que efectivamente el actual proceso político implique una importante
ruptura con el colonialismo
que no terminó con las independencias. Las diversas iniciativas políticas que están emergiendo en el continente
solo pueden ser entendidas reconociendo la existencia de un profundo racismo en
la sociedad.
Por ejemplo,
no podemos entender los conflictos en Bolivia sin antes recordar que para sus
élites un indio es solo un indio y no conciben que haya llegado a ser
Presidente porque según ellos no es competente. Si revisamos la historia
recordaremos que en la Colonia creían que los indios no tenían alma y fue un
Papa en 1537 quien tuvo que reconocer que sí la tenían. Han tenido que pasar
500 años, un proceso histórico muy largo para que un indio sea elegido democráticamente.
En Venezuela también existe racismo, basta observar muchas de las críticas
lanzadas contra el Presidente Hugo Chávez que lo tildan de macaco y de no
pertenecer a las élites blancas de la sociedad dominante. De allí la
importancia del reconocimiento de la continuidad
del colonialismo y de que en el proceso constitucional, la plurinacionalidad es
un acto de post-colonialidad que rompe con la herencia colonial. La
independencia fue dada, concebida, conquistada
por los descendientes de los colonizadores no por los pueblos originarios;
es decir, no fue realmente descolonizadora.
En África sucedió todo lo contrario, las
independencias se dieron por los territorios, por los países a los pueblos originarios
con excepción de Sudáfrica que conquistó su independencia a mediados de los
años 90.Este nuevo tipo de constitucionalismo es importante pero no es exclusivo
de América Latina. En el mundo existen varios países como Canadá, Suiza,
Bélgica y España que se reconocen como plurinacionales. No se entiende entonces
por qué el drama, el enfrentamiento y las dudas.
En una
reunión de SENPLADES (Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo) a la
cual fui invitado les preocupó que la plurinacionalidad desintegre y destruya
el país, como también aun periódico de gran circulación en el Ecuador, y les
expliqué por qué no deben tener miedo. Primero, la plurinacionalidad tiene como
objetivo descolonizar el país debido a esa profunda herencia colonial. Segundo,
exige otra concepción del territorio y del manejo de los recursos naturales. Es
allí donde surgen los temores respecto a la propiedad de la tierra, el manejo
de los beneficios y las ganancias que producen los recursos naturales. Este
proceso político significa una nueva visión de país, una refundación del Estado
ecuatoriano. Bolivia y Ecuador están inventado otro tipo de Estado, uno moderno
que amerita nuevas instituciones y nuevos territorios con un marco político
diferente que permita pasar del discurso a la práctica y que los cambios se
reflejen de una manera visible. La plurinacionalidad es un acto fundacional o de
refundación del Estado y todos los actos fundacionales son transicionales.
Pasar de las viejas estructuras a la construcción de nuevos estados es un
proceso de transición que no es únicamente político sino cultural y que puede
provocar enfrentamientos como está sucediendo en el Ecuador y Bolivia. Son
choques sobre la memoria entre aquellos que no pueden olvidar y los que no
quieren recordar. Esta confrontación que
no es solo política sino también cultural exige construir otro tipo de memoria.
El nuevo modelo de Estado, implica una nueva institucionalidad, otra
territorialidad pero también otro modelo de desarrollo. De allí la importancia
de las concepciones indígenas que están ganando terreno porque van más allá de
las reivindicaciones puramente étnicas. Hoy en día el punto de vista de los
pueblos indígenas es importante en el continente y no solamente para ellos sino
para todo el país porque el actual modelo de desarrollo está destruyendo los
recursos naturales, el medio ambiente, contaminando el agua, particularmente en
el Ecuador como es el caso de la Texaco que durante 30 años causó pobreza,
destrucción ambiental y contaminó las aguas.
Este es un
viejo modelo y posiblemente las palabras "de desarrollo" no sean las
más adecuadas. Por qué entonces no utilizar la palabra "revivir" que
tiene una connotación mucho más profunda y queda cuenta de una relación
diferente con la Pacha Mama. El concepto de Naturaleza es muy pobre comparado
con el de Pacha Mama, que es más profundo
y rico porque implica armonía y cosmovisión. Los indígenas colombianos suelen
decir "El petróleo es la sangre de la tierra, es nuestra sangre, nuestra
vitalidad, si nos sacan la sangre nos matan". Esta concepción que para los
pueblos indígenas resulta muy natural empieza a tener otra aceptación. No
solamente está en juego una crisis del capitalismo sino la supervivencia de la
humanidad si se mantiene el actual modelo de desarrollo. Este acto
refundacional tiene una enorme potencialidad para el establecimiento de
relaciones más amplias y el movimiento indígena tiene que estar preparado para
la construcción de nuevas alianzas. Se trata también de otro modelo de democracia
porque la actual es muy excluyente porque ha marginado alas grandes mayorías de
la mesa de las negociaciones y de las decisiones. Por tanto, es necesario
democratizar la democracia con nuevas formas de participación más incluyentes
que bien pueden ser de origen occidental como la democracia participativa o de
origen comunitario como las formas
indígenas.
La
Constitución boliviana, por ejemplo distingue entre democracia representativa;
y, democracia participativa y comunitaria. La democratización de la democracia
va acompañada de otro proceso interesante que es el de la ciudadanizacion de la
ciudadanía, es decirla ampliación de la ciudadanía a formas de ciudadanía
intercultural con diferentes formas de pertenencia. Cuando me preguntan si la plurinacionalidad
puede poner en peligro la unidad del país yo
respondo rotundamente que no porque esa ha sido mi larga experiencia con los movimientos indígenas de este continente y que básicamente muestran dos cosas. Los pueblos indígenas son originariamente transnacionales como es el caso de los aymaras, quechuas, mapuches que fueron divididos en varios países y ahora son chilenos, argentinos, peruanos, ecuatorianos o bolivianos. Se reconocen simultáneamente con su identidad nacional indígena y también con la ciudadanía de su país. Han guardado además lealtad a sus países en guerras fronterizas participando con mucha valentía en los ejércitos nacionales. Un ejemplo de esta doble pertenencia podemos observar en Canadá, por ejemplo, en donde no es lo mismo ser canadiense para un blanco que para un indígena, sin embargo todos son canadienses de una manera muy distinta. Existen varias maneras de pertenencia y por tanto formas de convivencia. La unidad en la diversidad es una nueva solidaridad social que puede tener un impacto muy fuerte en los territorios y recursos naturales.
respondo rotundamente que no porque esa ha sido mi larga experiencia con los movimientos indígenas de este continente y que básicamente muestran dos cosas. Los pueblos indígenas son originariamente transnacionales como es el caso de los aymaras, quechuas, mapuches que fueron divididos en varios países y ahora son chilenos, argentinos, peruanos, ecuatorianos o bolivianos. Se reconocen simultáneamente con su identidad nacional indígena y también con la ciudadanía de su país. Han guardado además lealtad a sus países en guerras fronterizas participando con mucha valentía en los ejércitos nacionales. Un ejemplo de esta doble pertenencia podemos observar en Canadá, por ejemplo, en donde no es lo mismo ser canadiense para un blanco que para un indígena, sin embargo todos son canadienses de una manera muy distinta. Existen varias maneras de pertenencia y por tanto formas de convivencia. La unidad en la diversidad es una nueva solidaridad social que puede tener un impacto muy fuerte en los territorios y recursos naturales.
Pueden
producirse enfrentamientos pero en las rupturas también existen continuidades.
Por ello, es importante que estos conflictos sean manejados dentro de un marco pacífico
y democrático. Pasar de la interculturalidad a la plurinacionalidad es un salto
muy largo pero también en esto se da una continuidad. La actual Constitución
Política del Ecuador establece las circunscripciones indígenas pero
lamentablemente no fueron reglamentadas. Cuando me insisten en el riesgo de que
la plurinacionalidad pudiera resquebrajar la unidad nacional me pregunto,¿ Dónde
están las pruebas, los resultados de estos fenómenos? Por el contrario, los
agronegocios y grandes latifundistas de Santa Cruz dela Sierra en Bolivia que
plantean el separatismo, ellos sí constituyen un grave peligro para la unidad
del Estado. Por tanto, la desintegración no viene de los pueblos indígenas. El objetivo
de la plurinacionalidad no es solamente la idea del consenso sino del reconocimiento
de las diferencias, de otra forma de cooperación nacional con unidad en la
diversidad. Es un acto de justicia histórica que no puede ser resuelto como un
tema de geometría de la democracia representativa. ¿Cuál es el porcentaje de
indígenas en este país 30,20, 7 mil personas? Cuanto más pequeña es la cantidad demuestra el
nivel de exterminio y por tanto, la plurinacionalidad tiene que ser más
profunda. Un reto para la institucionalidad es compatibilizar la igualdad con
la diferencia. Es difícil pero no imposible. Los pueblos indígenas son los
defensores de la soberanía nacional en el actual periodo del neoliberalismo, en
el que los Estados Unidos a través dela diplomacia y la estrategia militar han
garantizado por años a sus multinacionales el libre acceso a los recursos
naturales. Son para estos sectores que los pueblos indígenas constituyen una
amenaza por sus concepciones de territorio, cosmovisiones y la propuesta de la plurinacionalidad.
La
arrogancia imperial no tiene límites al incluirlos territorios indígenas y los
recursos naturales como parte de su estrategia de seguridad nacional. Por ello,
es importante analiza restos principios en el Ecuador y Bolivia como procesos
más amplios que deben enfrentar grandes desafíos. Varios son los retos que
tiene el movimiento indígena como el de articular identidad cultural con interculturalidad
igualitaria, formas propias de gobierno con participación política en
parlamentos, instituciones y otras formas organizativas que no sean indígenas,
sin perder su integridad, autonomía y la característica propia de pueblos
indígenas. Otro superar las divisiones internas, que de hecho existen, y
analizar profundamente los errores cometidos en el pasado reciente.
Transformarlas energías milenarias en conquistas políticas. La gente no puede
continuar siendo humillada. Este proceso constitucional puede tener retrocesos
pero es irreversible. La idea de la plurinacionalidad se traduce en una nueva institucionalidad,
el concepto que nos propone es el de una asimetría constitucional. Las
diferencias exigen instituciones apropiadas y las convergencias instituciones
compartidas como la democracia representativa que permite la votación
electoral.
La nueva
territorialidad también implica el manejo de los recursos naturales y el miedo
de la derecha e incluso de sectores progresistas es que los pueblos indígenas
se apropien del agua y de todos los recursos naturales. Esto refleja el nivel
de racismo existente. Los pueblos indígenas reclaman participación en los procesos
de decisión no para adueñarse de los recursos naturales sino para develar otro
tipo de solidaridad nacional, de reparto de los beneficios, de un manejo
distinto que no destruya la tierra o contamine el agua, de una visión para el
conjunto de la sociedad y no simplemente para ellos. Una concepción que permita
vivir bien y no ponga en riesgo la sobrevivencia de los pueblos. Esta tarea no
es fácil porque los medios de comunicación están en contra y el movimiento
indígena no ha podido comunicar bien su visión de país y tampoco ha logrado
tejer alianzas con fuerzas progresistas e incluso aliados blancos que son
actores importantes en este proceso. Los ecologistas son uno de ellos porque
están luchando por entender mejor lo que es la Pacha Mama, una concepción
absolutamente evidente para los indígenas que conciben los recursos naturales
como parte de su cosmovisión, de su cultura a diferencia de la cultura
euro-céntrica que separa la naturaleza del resto. El movimiento feminista es
otro potencial aliado que ha colocado la lucha de la mujer indígena contra el
sexismo indígena en la sociedad blanca. Por tanto, es una alianza que se puede
ampliar. Finalmente, el Ecuador está en condiciones muy favorables para crear
avances importantes en un marco de profundización democrática. Los ojos del mundo
y particularmente del continente están puestos en el Ecuador. Es una
oportunidad histórica que no puede desperdiciarla.
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