“La teoría Psicosocial en la Organización; una visión histórica y contemporánea, la vigencia de los enfoques.”
UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL
FACULTAD DE CIENCIAS PSICOLÓGICAS
PROGRAMA DE POSTGRADO
MAESTRÍA EN PSICOLOGÍA LABORAL
MÓDULO: PSICOLOGÍA LABORAL Y DE LAS ORGANIZACIONES
DOCENTE: Dra. IRENE SMIT ALAYÓN
ENSAYO
“La teoría Psicosocial en la Organización; una visión histórica y contemporánea, la vigencia de los enfoques.”
“La base de nuestra civilización está en la libertad de cada uno,
en sus pensamientos, sus creencias, sus opiniones, su trabajo y sus ocios”.
Charles De Gaul
Introducción
En el presente artículo intento recorrer y articular apoyado desde la historia de los diferentes enfoques científicos clásicos y contemporáneos con vigencia, surgidos alrededor, de la temática de las organizaciones laborales, con el fin de explicar con satisfacción sus características más esenciales, dinámicas internas, estructuras, condiciones de crecimiento y ciclos y estilos de funcionamiento. Para lograr tal cometido y de manera introductoria, se hace necesario emprender el recorrido, enunciando algunas reflexiones sobre la organización primitiva, estudiada por Engels en su obra clásica, “El origen de la familia, la propiedad privada y el estado[1].
En este sentido cobra importancia vital, comprender a la familia primitiva como la primera organización social; colectivo que sirvió de base para el estudio de nuevas formas de organización y desarrollo ulterior de una macro organización denominada sociedad, así como también para identificar, en esas formaciones humanas, elementos, agentes, condiciones y situaciones estimuladoras de dicho crecimiento, mediante la formulación de una serie de construcciones teóricas y metodológicas surgidas a lo largo del proceso histórico de la evolución humana, que inicialmente alcanza una primera forma de organización social en la familia, no solo por el simple agrupamiento sanguíneo, sino que también movidos por la satisfacción de necesidades que rebasan lo individual para asistir cooperadamente al cumplimiento de objetivos grupales, que dio origen a la creación de las Gens. Estas comunidades gentilicias debieron encontrar en su organización interna, la necesidad de incorporar la especialización social del trabajo, para mejorar y optimizar su sistema de producción alimentaria y creación de herramientas para la defensa como para el trabajo, que permitan la supervivencia grupal; factor importante para su desarrollo y formación de una estructura más compleja y emergente en el cumplimiento del conjunto de todas sus necesidades, que culmina con la creación de la nación, cuyo máxima expresión de desarrollo, define un aparato político llamado estado[2].
La llegada la concepción de estado y con ello la llegada también de la civilización así como el desarrollo individual y del colectivo, por la incorporación de un saber y un hacer las cosas, basados de la actividad consciente de aquellos actores, para luego trascender por medio del conocimiento científico; sin duda alguna que entre otros aspectos estos elementos, caracterizan a esta formas de organización como transitorias, para dar paso poco a poco a nóveles formas de organización social más estructuradas y complejas.
La familia en sus diferentes variantes así como la organización laboral en sus diversas formas de evolución y desarrollo logrado, alcanzan las caracterizan de ser verdaderas instituciones sociales, pues ellas en si misma son un verdadero sistema de normas, que regulan las conductas y los comportamientos de los sujetos que interactúan en ellas, estructurada sobre la construcción de un conjunto de valores que sostenidos en el tiempo algunos de ellos y otros nuevos o modificados son generadores de actitudes. Son precisamente esas variables ideológicas (el sistema de valores individuales o corporativos) que conectadas en la intersubjetividad de las personas u actores, modelan pautas colectivas con lo que elaboran un rol social en la familia y un rol organizacional en la empresa.
La sociedad humana opera por medio de múltiples mecanismos relacionales e institucionales, con la teje su red movilidad formal y actividad social; esas relaciones formales, se concretan en los diferentes órganos, instituciones o sistema de normas y reglamentos, que constriñen y orientan de alguna forma su actuar. Definiremos entonces que una institución social es una organización formal que regula el desarrollo y desenvolvimiento social de sus actores. Las instituciones sociales más relevantes en el desarrollo de nuestro funcionamiento social son la familia, la escuela y el centro laboral[3].
La organización laboral
La Organización laboral como institución social favorece el desarrollo de actividades centrada en la producción y /o el desarrollo profesional, durante un largo periodo de vida de las personas; en esta dimensión del ciclo vital del sujeto se cumplirán o frustrarán importantes proyectos de vida y de existencia, así como formulará o reformulará nuevos intereses productivos profesionales con lo que cumplirá importantes metas y aspiraciones personales, propias y exclusivas de esta etapa de la vida. Por ello la organización laboral es entonces una realidad histórica que ha demandado un estudio científico profundo, sistemático y sostenido, alrededor de la cual han convergido una cantidad importante de investigaciones y aportaciones teóricas desde los siglos pasados hasta la actualidad. Convertida entonces la organización laboral como un campo de estudio que permite integrar teorías importantes, venidas de las ciencias sociales y de las ciencias naturales, en los intentos y momentos de explicar los fenómenos y eventos relacionados con el trabajo.
Solo para tener una idea de cuan antiguo es el interés de la ciencia por explicar fenómenos y problemas profesionales de la organización laboral, relacionados con la producción, la adaptación del sujeto al medio, tiempos y movimientos, condiciones y situaciones de trabajo entre otros tópicos propios de la Institución laboral; Iniciaré citando a lo que se ha denominada la teoría clásica de la administración científica del trabajo, propuesta en el siglo XIX por el Ingeniero Mecánico y Economista Frederick Winslow Taylor, responsable de introducir el modelo al que se conoce como la técnica de “Racionalización de los tiempos y movimientos”, el cual en esencia promueve en el obrero incrementar su nivel de productividad; modelo científico sustentado en la metáfora hombre-máquina, el cual amalgama el rendimiento del sujeto al ritmo y velocidad de la máquina, logrado mediante la selección de los obreros mas “aptos físicamente”. Ya en los albores del siglo XX el Psicólogo Hugo Mustenbert establece un nuevo avance en la agenda del desarrollo organizacional, desde los laboratorios de Harvard, al formular la estrategia de las Psicotecnias objetivas y subjetivas, para mirar las diferentes condiciones objetivas y subjetivas que incidían en el rendimiento laboral. Sin duda este autor ponía en la palestra de la ciencia un tema vital, las condiciones del ruido y la iluminación, como temas objetivos mientras la trama subjetiva quedó centrada en los aspectos cognoscitivos superiores.
Abierto el camino para la investigación clásica y experimentación en el ámbito de las organizaciones laborales, los trabajos empíricos llevados a cabo en los talleres Hawthorne, marcan el inicio de la Psicología Industrial en el estudio de fenómenos socio psicológicos; tarea científica que giró alrededor de la psicotecnia objetiva, mediante la manipulación de variables como la iluminación, la ubicación de puestos de trabajo, pausas y calidad de alimentación. Sus resultados permitieron inferir conclusiones que aterrizaron en el rendimiento subjetivo de los trabajadores [sujetos de experimentación], expresados en la satisfacción y la motivación, hallazgos que facilitaron inferir en la importancia del papel del Recurso Humano donde la política y dirección jugaron papel vital en el fortalecimiento de las relaciones del binomio dirección – empleado, expresadas en el bienestar del trabajador.
La evolución de la Psicología Organizacional
Aspecto coyuntural favorecedor a los trabajos experimentales realizados en los talleres de Hawthorne, para el fortalecimiento de la Psicología Organizacional e inclusive para las otras psicologías aplicadas, lo constituye el escenario generado por la primera y segunda guerra mundial, que obliga a la búsqueda del mejor elemento humano, que pueda lograr su mejor rendimiento en las condiciones para la empresa bélica por un lado así como para las situaciones de combate en otro; tarea que se logra mediante la selección científica y óptima de personal para el ejercito, situación que se concreta mediante las pruebas instrumentales del Alpha Beta y el Army Beta.
Establecidas las condiciones socio históricas para el desarrollo de la organización laboral, su acelerado crecimiento fue configurando un nuevo escenario científico para la investigación de toda una gama de eventos, relacionales y sistemas organizativos que se daban particularmente en esta área; por ello y en respuesta a tal condición, desde la mirada de la ciencia, esta nueva realidad se constituye como un nuevo “nicho” donde los aportes de la biología así como de otras esferas del conocimiento, vuelcan su interés para en articulación de las ciencias sociales, explicar y responder a esos nuevos fenómenos surgidos en la institución laboral. Esencialmente los sistemas sociales al que pertenece la organización laboral, está compuesta por un conjunto de subjetividades que configuran la cultura de los sujetos y esta la de la organización. Allport da señales claras sobre el tema cuando afirma que los sistemas sociales, son una estructuración de acontecimientos o sucesos más que de parte físicas y, por consiguiente no tienen una estructura separada de su funcionamiento[4]; resultaría entonces insuficiente pretender entender y explicar los fenómenos u sucesos de la organización laboral, exclusivamente desde el enfoque social. Si afirmamos que la organización laboral demanda no solo sujetos, sino que también insumos para cumplir su finalidad esencial que es la producir bienes o servicios; entonces habrá que mirarla como un sistema y entenderla como tal; R. Cattel al estudiar las dinámicas de los grupos, acuñó el término sinergia para indicar la suma total de energía de un grupo, diferenciando la sinergia de mantenimiento como aquella fuerza que se utiliza para mantener vivo al grupo, de la sinergia efectiva vista como la porción invertida para lograr los objetivos de un grupo.
Reconocidas las organizaciones sociales como sistemas sociales que incluyen plenamente a la organización laboral, la incorporación de la teoría general de los sistemas, para el estudio [de la organización laboral] no tardaría mucho; son los reconocidos Robert Kahn y Daniel Katz, los que adoptan el modelo de sistema para penetrar en el estudio de la organización laboral, modelo al que revisten con algunos aportes de las teoría organizacionales y administrativas más importantes del momento, consolidando así una nueva metodología consistente para el estudio de problemas relacionados con el trabajo y la organización laboral.
La pauta social y la Institución Laboral
La organización laboral al ser un espacio de interrelaciones y de actitudes humanas centradas en un fin específico, conlleva al cumplimiento de una serie de leyes y reglamentos, que surgen precisamente para normar esas actitudes a fin de controlar la variabilidad de la conducta y evitar un despiste del objetivo principal y único de la organización laboral: la producción. Esas acciones son conocidas como “pautas” que limitan y conducen los comportamientos esperados que emitan los sujetos en el ambiente laboral. Herbert Thelen[5] propone la existencia de tres tipos de fuerzas capaces de reducir la variabilidad del comportamiento humano en las organizaciones, establecida mediante las pautas y las prescripciones objetivas y subjetivas formuladas con esa finalidad. Los factores de Thelen están circunscritos a las presiones ambientales en la organización, las cuales al surgir de la realidad institucional se vuelven objetivas y empujan por decirlo así al control interno de comportamientos, ajustados a esas exigencias. Un segundo factor está relacionado con los valores y expectativas compartidos en el momento producción, como una actitud necesaria a fin de alcanzar el cumplimiento de un objetivo común y finalmente, la aplicación de reglas cuyo incumplimiento significa de alguna forma un reproche moral o un acto punitivo visto como un castigo o sanción.
Los sistemas sociales esencialmente se caracterizan por su sistema de roles, normas y valores; atributos adheridos los comportamientos humanos venidos del proceso social, que impone un papel como actor social en el escenario que se desempeñe una persona, al igual que las normas surgidas desde las necesidades de coexistencia entre sujetos. Los papeles describen y regulan de alguna forma nuestras acciones, es lo que se espera de nosotros en el plano del comportamiento, papeles que también se encuentran limitados y condicionados a un sistema de reglas y normativas, construidas y aceptadas por el colectivo, situación de la que no escapa el ambiente laboral. Los valores creados como representaciones mentales estructurados axiológicamente como un sistema categorial supremo, permiten un nivel de logro o satisfacción en su uso social, los cuales también alcanzan carácter de orientador del comportamiento social del sujeto. Estos tres elementos subjetivos de origen social se interrelacionan a perfección, y configuran un sistema en el ser humano, cuya expresión se circunscribe a su comportamiento, por ello se diferencian en su generalidad y justifican un comportamiento diferente en cada sujeto.
Las instituciones laborales son más complejas en su organización que los agrupamientos primitivos (Durkhein, 1947), la institución laboral en su organización como subsistema evidencian componentes erigidos como estructura de mantenimiento junto con otras de producción y apoyo a la producción, que tienen que ver con el procesamiento y la preservación del sistema. La división social del trabajo produce una especificidad funcional del desempeño para marcar pautas de papel formal y complejo, razón por la cual se diferencia de otros grupos y formaciones sociales, que los obliga a separarse de papeles tradicionales, la obligación personal y la espontaneidad.
Otros componentes están referidos a una definida estructura de autoridad, donde se evidencia las actividades de control, influenciados por los niveles gerenciales o de dirección. Derivado del componente autoridad, se desprende las estructuras de adaptación que implica el surgimiento de acciones reguladoras y de retroalimentación que faciliten las respuestas cambiantes al ambiente. Un último componente implica la formulación explícita de una ideología que proporciones normas de sistema que sustenten la estructura de autoridad.
Por lo general los componentes señalados configuran una estructura que basado la disposición de autoridad en lo legítimo y las reglas racionales y en los mecanismos reguladores establecidos en la pautas y papel formal. Estas estructuras llamadas burocráticas, mientras los grupos que fallan en sus procesos reguladores, se han denominado grupos primitivos, categoría con la que también se reconocen a los grupos informales en el medio laboral.
Un paseo por la complejidad y el caos
La complejidad no resulta ser un tema nuevo aunque si novedoso en la ciencia, sin embargo la teoría como tal continúa moviendo a la epistemología de la ciencia humana, donde la historia y la sociología, han aportado a la explicación y comprensión de la complejidad, que entre otras ciencias, ha penetrado a la teoría general de sistemas, la teoría de las organizaciones, para configurar las organizaciones complejas. Un nivel de riesgo percibido en las ciencias sociales, sobre las concepciones de la complejidad puede llevarnos a una concepción de matematización del conocimiento científico por un lado, mientras por otro puede inducirla a la desideologización del mismo conocimiento.
Lalande, (1962) entiende a la complejidad desde una visión cuantitativa, como “algo que comprende muchos elementos”; propuesta que confunde notablemente lo complejo por complicado. El pensamiento científico excluye la tendencia del número, e incorpora las relaciones del mismo, dimensionando lo cualitativo. Esta nueva perspectiva integra en ciencia tres aproximaciones a saber, una especulativa, una empírica y una combinación de las primeras.
La aproximación especulativa se sustenta en el establecimiento de una posición “apriorística”, de los datos, basada en lo sensorial y la reflexión que se desprende de ella. La diferencia con la aproximación empírica se establece desde una concepción “aposteriórica” que surge de la teorización y el tratamiento experimental de los datos encontrados en el estudio de un fenómeno. La tercera postura de aproximación resulta una combinación que da más libertad de uso a los resultados que aparezcan en el estudio de problemas en ciencias sociales, resulta ser una posición más cómoda y menos rigurosa. Uno de los autores más reconocidos en el tema de la complejidad es el filósofo Francés Edgar Morín, que estudia los problemas epistemológicos sobre la complejidad realizando interesantes reflexiones sobre el tema, usando un lenguaje cargado de neologismos proponiendo un nivel de discusión más centrado en las ideas que en las realidad, ello ubica a Morín en la aproximación especulativa es decir apriorística. La Química Rusa Ilya Prigogine, premio nobel de ciencia en el año 1977 e investigadora de la teoría de la complejidad desde 1917, plantea sobre la complejidad el estado alejado del equilibrio y del fenómeno de la autorregulación, que se constituye en el paradigma de la complejidad la postura de los sistemas en equilibrio, cerca del equilibrio y lejos del equilibrio, tomando con fuerza el concepto de la autorregulación que fuera introducido por Von Foerster.
Para Frederic Munné el estudio de la complejidad en relación con los principios de la realidad aparece como una cualidad de esta, tal pareciese que en tributo de cualquier realidad, estarán presentes los elementos de la borrosidad, que implica procesos o sucesos no claros o confusos como de límites no claros en la percepción de una realidad puntual[6] ; el catastrofismo de cuya percepción fatalista explica cambios violentos, bruscos y rápidos; la fractalidad, fractal es un objeto matemático, discontinuo, roto fracturado, algo extraño a primera vista que sin embargo impregna nuestro mundo; lo que vemos, lo que tocamos, todo es fractal, por ello para percibir el mundo como lo percibimos, debemos simplificar la realidad, finalmente la caoticidad, de cuya implicación encontraremos el terreno para el análisis del orden y del desorden y las posiciones de incertidumbre que se desprenden de ese estado, como del nuevo que se crea en toda institución social, que incluye la organización laboral. Continuando con el pensamiento de Munné sobre complejidad y ciencia actual, para este autor, la complejidad implica un estudio formal, en la medida que trivializan los contenidos para priorizar lo instrumental, por todo ellos la complejidad es un fenómeno provisto de neutralidad axiológica.
Dada la interacción existente entre la complejidad y la ideología surge la afirmación de que la complejidad es en ella misma una elaboración ideológica, afirmación que Frederic Munné sustenta en tres aspectos: el primero debido al pluralismo teórico, un segundo argumento hacer referencia a la afirmación que jamás surge ideología en estados donde la borrosidad, el catastrofismo, la fractalidad y el caos emerjan como indicadores perceptivos de una realidad aparentemente concreta.
El filosofía positivista ha llevado a elaborar una idea inadecuada sobre la temática del caos, pues así como la teoría de la complejidad, fue entendida equívocamente como una teoría cuantitiva, reduciéndole aquí su carácter holístico; la teoría del caos, hay sufrido un impacto igual por el mismo positivismo, al quedar considerada el orden y el desorden como una simple relación causal y vulgarmente mecánica. El orden y el desorden va mucho mas allá que la simple presencia que la organización y distribución simétrica y armónica de objetos o ideas en un momento dado. Para la Dialéctica Marxista como postura filosófica el orden es la fuente productora del caos y esta de un nuevo orden en un movimiento desarrollador en espiral; demanda exigente que estable la dialéctica para el uso correcto del término desorden. Para Edgar Morín el orden y el desorden son un par imposible de coexistencia, al ser antagónicos ellos en la practica se oponen, se niegan y de evitan, situación llamada por el autor como un “bucle tetralógico; el cual esta formado por el orden, el desorden y la organización. El caos no es más que otra forma de orden por lo que mirar al desorden no en función del orden es realidad, mirarlo de manera en tener una postura dialéctica sobre la mirada de la realidad y no determinista al puro estilo del reduccionismo presocrático.
Las Teoría social en las organizaciones laborales
Si la sociedad es tan antigua como dice, igual similitud en la antigüedad la comparte la teoría social, precisamente surgida para dar explicaciones a las distintas formas de organización social, que han existido a lo largo de la historia de la existencia del hombre y de las sociales construida a lo largo del tiempo. De ahí que la teoría social para su fortalecimiento ha requerido de la teoría de la sociedad como se indicara, de la sociología que integra a la antropología cultural dentro del estudio como disciplina científica y a la historiogeografía[7]. Trabajos como el de Richard Münch; Pearson con la tetralogía funcional, para el proceso de modernización con la estructuración social.
Al destacar en el párrafo anterior una muestra breve del desarrollo de la teoría social, he formulado la fuerza que ha tenido y tiene la teoría, para integrar la historia social con la proyección social en los tiempos modernos; tal proceso no solo que fortalece el acumulado teórico e investigativo de la ciencia social, sino que ha demás muchas de sus formulaciones científicas, le ha permitido mantenerse vigentes y en cabeza, explicando los nuevos escenarios sociales así como a sus actores. Es entonces la Filosofía social que inicia el proceso del estudio social, aportes valiosos e históricos, logran posicionar en ciencia, dos postulados que desencadenan toda una avalancha con construcciones científicas alrededor de los grupos sociales como en sus organizaciones. Es Marx sin duda uno de los protagonistas mas altos en el tema de lo social, su postura sobre la lucha de clases y su teoría de la enajenación, son una contribución importante a la sociología, economía y a la historia del hombre y la sociedad en general. Durkheim, referente para la nueva sociología, propone la importancia de centrarse en la identidad colectiva, apelando a la representación y apropiación abstracta de patrones culturales reconocibles por y desde un colectivo social. Max Weber reconoce el sentido y la racionalidad, como elementos individuales y de grupo, esenciales para el funcionamiento social en la organización laboral. No existe duda que estos tres grandes representantes de las teorías clásicas que he señalado, en conjunción con las construcciones científicas surgidas posteriormente, estructuran la teoría de la sociedad posindustrial, que incluye el modernismo y posmodernismo.
El profesor Rodríguez Ibáñez al integrar la teoría del riesgo social a los sistemas presentados en las líneas anteriores, consolida el gran marco, conceptual para el estudio de las organizaciones. En su artículo las cuatro avenidas fuertes, define a los cuatro modelos teóricos importantes los cuales responden con satisfacción al estudio de las organizaciones y que se encuentran vigentes y aceptadas por la gran comunidad científica interesadas en las organizaciones laborales. Definidas como la producción teórica en sociología que sobren pasa al tiempo y logran acumular propuestas del pasado e integrar propuestas del presente. La teoría comunicativa, la teoría de sistemas, la teoría de la decisión racional y la teoría cognitiva, son a criterio de Rodríguez Ibáñez, los modelos teóricos a los que hace referencia.
La teoría comunicativa de la sociedad que articula la teoría de la comunicación humana con la complejidad, ubicando a la sociedad como un proceso “dialógico” que es un proceso plurisubjetivo, que funde dos racionalidades colectivas básicas: la del sistema y el mundo de la vida, para crear una nueva realidad comunicativa. Habermas propone la teoría general de la sociedad sostenida en el dialogo [relación] entre la estructura y el sistema, para dar origen una nueva forma, que es la base epistemológica de la acción comunicativa. La teoría de los sistemas introducida a la ciencia por Von Bertalanffy, para explicar el mundo relacional y de interacciones que se produce en todo fenómeno biológico e incluso social; que acumula una postura de totalidad, la evolución clásica y el modelo estructural funcional, es reforzado por Luhmann por una epistemología holística, cuyo fin es reducir la incertidumbre y potenciar rumbos correctos, mediante la consolidación sistémica plasmadas en realidades para facilitar la auto transformación a la que denomina “autopoiesis” se realice en compañía.
Coleman como uno de los más altos representantes de la teoría de la decisión racional, al basar el calculo anticipado de la rentabilidad de la conducta, individual o la de colectivo, anclando su epistemología en el decisionismo, integra el individualismo metódico, la lógica utilitaria, el modelo intencional dela acción y la teoría de juegos, con lo que configura la concepción estratégica de la acción colectiva que explica el curso de una decisión o elección de un escenario concreto. Este modelo acumula una tendencia delo marxismo clásico, relacionado con la lucha de clases y la defensa organizada de interés; integra el individualismo Maxweberiano y las teoría clásicas del intercambio social. Finalmente la última avenida la configuran las teorías cognitivistas, mediados por el análisis psicofisiológico de la consciencia. El modelo cognoscitivista en lo social sale de sus premisas clásicas del estar centrado en el sujeto para aterrizar en el grupo y en lo social, aquí convergen la sociobilogía y la etnometodología, uno que hace referencia a la vehemencia de la conducta grupal y el otro al orden social. Al disponerse el modelo a la microteoría fenoménica del orden social, resalta los microprocesos dela vida social, para explicar los escenarios sociobiológicos, escenario al cual pertenece la institución laboral, manteniendo los aportes de las teorías del aprendizaje social.
Conclusiones
La organización laboral al ser un resultado de las instituciones sociales, exige cumplimiento de una serie de papeles y normas y valores, que surgidas de sus propias condiciones, prescriben a todos sus actores un conjunto de pautas que la vuelven formal a fin de lograr en sus actores un comportamiento adecuado en lo social y para la producción; las pautas surgidas en los ambientes laborales prescriben también las conductas de las personas, con cierta tendencia a la despersonalización, que obliga al agrupamiento informal de esa personas como medida de mantener su individualidad.
Las organizaciones laborales son verdaderos sistema que estructuran funcionalmente subsistemas vitales y de importancia que aseguren su supervivencia, destacándose entre ellos los de mantenimiento y producción, que requieren de una interacción equilibrada del sistema en general.
Las organizaciones son formaciones complejas que requieren de ser estudiadas bajo el paradigma del caos y del orden; pero no desde una postura determinista y mecánica, sino con una concepción holística, integradora y dialéctica.
La psicología de las organizaciones cuenta con un arsenal teórico y metodológico, llegado de cuatro modelos vigentes y suficientes para explicar los distintos problemas y fenómenos originados en esas dinámicas y ambientes; modelos de la comunicación organizacional, el modelo de sistemas, el modelo dela decisión racional y finalmente el modelo cognoscitivista, todos ellos aterrizados en la institución social y la laboral.
BIBLIOGRAFÍA
Katz Daniel y Khan; Robert; Psicología social de las organizaciones; editorial Trillas, México año 19977
Santoro Eduardo; Efectos de la comunicación, productora de publicaciones, Quito Ecuador, año 1986.
Smitt Irene; compilación de lecturas Psicología del trabajo módulo uno, documento de estudio de la Maestría en Psicología laboral, Universidad de Guayaquil, Facultad de Ciencias Psicológicas, año 2008.
Ibañez Eduardo Alejandro; La pedagogía del caos; Universidad Católica de Santa Fé.
Marrero Laseria Virginia; Intervención familiar, un enfoque sistémico en la formación de faciltadores; INNFA, año 2005
Sitios Web lecturas afines:
http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/pdf/727/72719205.pdf*
http://www.ub.edu/dppss/pg/fmunne.htm
http://es.wikipedia.org/wiki/Ilya_Prigogine
http://www.monografias.com/trabajos11/orgsoc/orgsoc.shtml
http://www.wikilearning.com/monografia/desarrollo_organizacional_y_grupos-desarrollo_organizacional_y_grupos_v/12002-5
http://www.google.com.ec/search?hl=es&sa=X&oi=spell&resnum=0&ct=result&cd
=1&q=Caoticidad&spell=1
[1] Carlos López H; Familia y Estado, Psicología-dialéctica.blogspot.com
[2] F. Engels, El origen de la familia, la propiedad privada y el estado.
[3] Fernando González Rey; Personalidad y modo de vida; Universidad de Guayaquil 1993.
[4] R. Kahn y D. Katz; Psicología Social de las Organizaciones.
[5]Citado por Irene Smitt, compiladora; Documento de Maestría en Psicología Laboral, Universidad de Guayaquil, Facultad de Psicología año 2008.
[6] Juan Pastor/Antonio León García Izquierdo; Complejidad y Psicología Social de las Organizaciones. Psicothema, año/vol. 19 número 002
[7] Disciplina creada en la teorización social con líneas temática amplias y en los foros internacionales, que surge del saber especializado de la sociedad.
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